miércoles, 19 de agosto de 2015

Retomando

Muchas cosas han pasado desde que abrí este blog. Al principio enfocado en el Post Punk. Ahora redescubriendo sonidos familiares en mi niñez, que siempre estuvieron allí guardados en mi subconsciente, que experimenté en la otrora radio comercial caraqueña y en cintas de minitecas también. Si bien el Post Punk es la base de mi concepto como selector de música y melómano empedernido, he sabido llevar a mis seguidores el transito de todo este after punk hacia lo synth e inevitablemente hacia lo oscuro y melancólico, pero siempre bailable, eso sí. Fue así como en esta búsqueda, mi esposa en un trauma melomaníaco de su gusto musical me introdujo al mundo del EBM (Electronic Body Music) hace unos 15 años atrás con el sonido de Los niños del parque, de los belgas Liaisons Dangereuses, quienes fueron un éxito en los años 80s en cualquier miniteca local y ahondando más en su origen y legado llegue a una música agresivamente rítmica y robotizada, de la que se siente la indudable paternidad al techno moderno y sin la cual nunca pudimos haber llegado al New Beat de 1988 y consecuentemente al raving de los 90s. Éste Beat me parecía tan familiar y distante a la vez, pero todo se despejó cuando pude pegar todas las piezas del rompecabezas de mi cerebro y volver a 1990, cuando la changa invadía el espectro musical venezolano, como una ola que cubría el gusto musical de cualquier tipo de persona pero que banalmente se disipó casi sin dejar rastro de su origen real y de la importancia que tendría para los nuevos ritmos por venir. Resultó que la llamada changa, no fue menos que un término coloquial para nombrar este tipo de house, new beat o acid, que provenía principalmente de Belgica, pero también del resto de Europa y de Norteamérica también. Debo decir que para el momento yo era un niño que estaba pegado con el Heavy Metal, pero que venía con una fuerte formación melomana anglosajona producto de lo que mi madre escuchaba en la radio comercial como el new wave, el new romantic, el pop local y hasta el disco music que ella había bailado en su juventud. Pero confieso, cuando escuché Pump up the jam de Technotronic la confusión se apoderó de mi ser y no sabía si estaba bien vestirme de negro y ser rockero pero bailar pasos de changa en mi cuarto o en las berbenas escolares a la vez. Siempre pensé que esos tipos de Technotronic eran gringos, punto. Y así pasó esa época, grababa de la radio lo que podía y de resto compraba casettes tipo bootlegs de ZC en la calle para escuchar changa, mientras también compraba vinilos de Heavy Metal y Thrash para aprender más de las tendencias agresivas que brotaban de mi sangre. No tenía MTV ni satélite entonces no sabía que esos tipos que hacían changa también eran rockeros, que muchos de ellos venían de un background punketo, metalero o también new waver y que sí, vestían de negro. Pués todo eso lo he redescubierto en éstos últimos 5 años, gracias a la magia de Youtube y de miles de usuarios que han subido la historia de toda ésta música, también gracias a varios amigos que en su época sabían de lo que estaba pasando en Europa y que ahora con mucha más edad que la mía me han ayudado a desenvolver toda esta trama que se forjó justo cuando el post punk dejó de ser novedad para dar paso a éstos ritmos electrónicos pero punketos en sí. Lo cierto es que cada vez que pongo New Beat o EBM en mis sesiones la gente enloquece y no deja de moverse, de preguntar y de soñar con éstos ritmos que siempre estuvieron allí y que ahora con mucho gusto intento darles el valor que siempre han merecido. Sin estos predecesores por ejemplo nunca hubiesemos podido haber ido a los Raves, porque simplemente sin el EBM y el New Beat nunca hubiese podido existir el Trance, ni el Techno. En una próxima entrada hablarémos más de toda esta historia aún por contar... pero antes de irnos les dejo una pieza mezclada de EBM aqui https://soundcloud.com/djpixelot/belgaelegacy